Eder saltó sobre Sancet cuando el delantero del Athletic recibía un balón de espaldas, con la mala fortuna de sufrir un resbalón en su pierna izquierda que desestabilizó su rodilla. Acabó saliendo del campo por su propio pie, entre lágrimas, mientras le comunicaba a los médicos que había tenido un mal presentimiento. Brillante acción defensiva del brasileño, que para su desgracia volvió a ser protagonista nada más regresar del vestuario.