Río de Janeiro, a diez minutos en coche del estadio de Maracaná -la catedral del fútbol mundial-, es un refugio para los progresistas brasileños. Su look: una sudadera del Ejército del Aire. Una práctica que en España, según la experta, no está muy extendida, salvo en el caso, recuerda, «de los primeros años de Podemos, que utilizó determinada estética para reforzar sus ideas. Y lo hizo muy bien, aunque ahora las ministras de ese partido la han abandonado».